fr | en | es
Acerca del OID | Lista de los miembros | Boletín Electrónico | Contacto | Portada
.
Arturo Guillén R.

EUROPA: EN EL TORBELLINO DE LA CRISIS GLOBAL


por Arturo Guillén R.

22 de mayo de 2010

EUROPA EN EL TORBELLINO DE LA CRISIS GLOBAL

Por Arturo Guillén*

“(...) Los europeos pro estadounidenses, como Merkel, el Banco europeo, la prensa reaccionaria internacional; todos juntos han participado en el ‘gran golpe’ que consiste en degradar a todo un pueblo de la categoría de pueblo libre a la de pueblo sometido”

Mikis Teodorakis Músico griego


La llamada crisis griega vino a aguar la fiesta. Justo cuando el capital financiero, así como los responsables de la política económica en los centros capitalistas y los organismos financieros multilaterales, se disponían a hacer sonar las fanfarrias, la crisis global entra en una nueva fase tan compleja y perniciosa como las anteriores.

Todavía en su informe de enero del presente año el FMI afirmaba que:

“La recuperación mundial empezó con más vigor del que se había previsto, pero avanza a un ritmo diferente en cada región. Tras la peor desaceleración mundial de la historia reciente, el crecimiento económico cobró solidez y se extendió a las economías avanzadas en el segundo semestre de 2009. Se prevé que en 2010 el producto mundial aumentará en un 4%, es decir, ¾ de punto porcentual más de lo previsto en Perspectivas de la Economía Mundial de octubre de 2009 (FMI, 2010)”.

La situación de las economías estaba lejos del panorama color de rosa que apuntan estos análisis. La recuperación aunque balbuceaba, era frágil. Si bien algunas grandes economías como Estados Unidos, Japón o Alemania aparentemente habían salido de la recesión en la segunda mitad de 2009, otras continuaban decreciendo durante el cuarto trimestre de ese año como Suecia, España, Italia y Grecia. En este último periodo, la recuperación parecía haberse congelado en Alemania (cuyo PIB creció 0%); pero también en toda la zona del euro que registró un avance mediocre del 0.4% en tasa anualizada. La interrupción de la recuperación sucedió también en algunas economías asiáticas como Singapur o Corea del Sur.

En todo caso, aún de continuar la recuperación productiva, se acepta que será una recuperación sin empleo (jobless recovery). La economía estadounidense sigue despidiendo trabajadores. Inclusive miembros cercanos a la administración Obama reconocen que la tasa de desempleo se mantendrá durante 2010 cerca de los niveles actuales que rondan el 10%. Un nivel semejante se observa en la zona euro (9.9% en enero de 2010), con casos extremos como España, Irlanda y los países bálticos que rebasan ese promedio y se aproximan en el caso del primero al 20%. El empleo es y seguirá siendo en los próximos años, el principal reto de la política económica.

Si bien los masivos programas de salvamento gubernamentales y la inyección de liquidez por parte de los bancos centrales de los países desarrollados habían salvado a las economías del mundo, hasta ahora, de la depresión, la crisis está lejos de estar resuelta. Puede ser que la recesión haya concluido, pero la crisis y la incertidumbre sobre su salida continúan.

En enero de 2010 la crisis global parece haber entrado en una tercera fase. En un trabajo anterior (Guillén, 2010) había sugerido que la crisis global había atravesado por dos grandes fases: la primera de mediados de 2007 a septiembre de 2008, caracterizada por la crisis inmobiliaria y el colapso del mercado de bonos vinculados a las hipotecas, y donde la economía real seguía creciendo; y una segunda etapa, signada por el colapso de Lehman Brothers y de la banca inversión en septiembre de 2008, lo que detonó el derrumbe de las bolsas de valores, la contracción crediticia y el despliegue de la recesión generalizada. Esta segunda etapa se cerraría a finales del año pasado al lograrse, a partir de marzo de ese año, una estabilidad relativa de los mercados financieros y bursátiles, y al vislumbrarse la recuperación de algunas economías.

La tercera etapa que arranca con el nuevo año es más compleja y contradictoria que las dos anteriores, pues en ésta coexisten signos incipientes de recuperación productiva en algunos países, con una renacida actividad especulativa del capital financiero (de donde obtiene el grueso de sus altas ganancias actuales) y nuevos focos de fragilidad financiera ubicados ahora, principalmente, en las deudas soberanas de algunos estados. En el plano financiero si bien la inyección de liquidez, la compra masiva de activos financieros tóxicos y la baja de las tasas de interés a prácticamente cero, han restablecido una relativa estabilidad en algunos mercados, persiste la contracción crediticia y se fortalecen las tendencias a la deflación.

Más preocupante en esta etapa de la crisis es el hecho de que la relativa estabilidad financiera alcanzada, aunada a la inundación de los mercados financieros con recursos públicos baratos y a la falta de regulación, ha despertado el apetito especulativo del capital financiero. Nuevas burbujas se formaron en las bolsas de valores, en los futuros de materias primas y en los mercados de bonos soberanos y de derivados. Los bancos y los grandes fondos volvieron a las andadas. Aquellos registran de nuevo altas ganancias, mediante operaciones de alto riesgo, al igual que los fondos de cobertura (hedge funds) y los fondos privados de capital (prívate equity funds). Según los datos de la consultora Hedge Funds Research, los fondos de cobertura manejaron 1,6 billones de dólares en 2009, con lo que este fue el segundo mejor año de la década, sólo por debajo de los casi dos billones de dólares que movieron en 2007, su año récord. ¡Business as usual!

La crisis griega se desenvuelve en ese marco mundial contradictorio de recuperación productiva incipiente, renovada especulación y nuevos focos de fragilidad financiera. Como consecuencia de la crisis global y de las políticas fiscales contracíclicas aplicadas en la mayoría de los países, se dispararon los déficit presupuestales y las deudas de los gobiernos como proporción del PIB. En el caso de los países de la eurozona, es claro que aunque en el caso de algunos países el endeudamiento era alto antes de la crisis, éste junto con el desequilibrio presupuestal, dieron un fuerte salto con la crisis (ver cuadros 1 y 2). En el conjunto de la zona euro, el déficit presupuestal, como porcentaje del PIB, se incrementó de -0.6% en 2007 a 6.3% en 2009, mientras que la deuda pública brincaba en el mismo lapso del 68.3% al 78.7%. En 2009, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda y España registraban desequilibrios presupuestales de más de dos dígitos. En lo que se refiere a la deuda pública, 12 estados de la Unión Europea tenían en 2009 deudas superiores al 60% del PIB (límite de Maastricht), y en dos ellos, Grecia e Italia, llegaba al 115%.

Ver articulo completo

Alberto Guillén- Europa en el Torbellino de la Crisis Global (PDF) 276.6 KB


^^^
Este sitio Web es albergado por el servidor independiente y autogestionado |DOMAINE PUBLIC|,
u es realizado con el sistema de publicacion |SPIP|, bajo LICENCIA DE SOFTWARE LIBRE (GPL).
.