El desequilibrio externo de Estados Unidos. Tras las fisuras del liderazgo económico
Autor: MsC. Katia Cobarrubias Hernández
Introducción
Actualmente la posición hegemónica de Estados Unidos en la economía mundial está sometida a un constante escrutinio y los criterios al respecto son diversos y no siempre concordantes. Indicadores como la dimensión de su economía en relación con la economía mundial, su participación en los flujos internacionales de comercio e inversión, el posicionamiento de sus empresas transnacionales, entre otros, son esgrimidos para demostrar que la preeminencia norteamericana en el terreno económico ha declinado significativamente. Mientras, no son pocos los que refieren una reafirmación de la fortaleza económica a partir de las nuevas características estructurales introducidas por las tecnologías de la información y las comunicaciones .
En este trabajo se considera al desequilibrio externo norteamericano como síntesis del proceso de debilitamiento a largo plazo del dominio económico de Estados Unidos. El desequilibrio externo, expresado en el déficit de cuenta corriente y el creciente endeudamiento, constituye un problema estructural de la economía estadounidense que ha persistido por más de 25 años. Se analizan sus determinantes e implicaciones, como base para fundamentar la idea de que si bien Estados Unidos mantiene el liderazgo económico mundial y su capacidad para sostenerlo, este presenta fisuras y se encuentra sometido en la actualidad a importantes tensiones que lo vulneran.
Así, sin dejar de reconocer los factores cíclicos que inciden en el desequilibrio externo, se trata de extraer aquellos elementos o debilidades estructurales que favorecieron su surgimiento. Se identifican también aquellos que han garantizado su permanencia sin desembocar, hasta el momento, en una crisis financiera de grandes magnitudes y que forman parte, en definitiva, de las fortalezas que aún sostienen el liderazgo económico estadounidense.
Se analizan como determinantes del desequilibrio externo, factores como el déficit de ahorro interno, la pérdida relativa de competitividad de las exportaciones y la deslocalización de empresas norteamericanas en el exterior. Por otra parte, la preeminencia del dólar y del sistema financiero estadounidense y las características estructurales de la economía, se definen como factores que han permitido la persistencia del desequilibrio y que también sitúan a Estados Unidos al frente del resto de los países industrializados. Finalmente, se destaca que, a pesar de eso, tales elementos no son ya tan sólidos y la propia persistencia del desequilibrio contribuye a que se deterioren, amenazando significativamente el liderazgo estadounidense.
El desequilibrio externo de Estados Unidos. Tras las fisuras del liderazgo económico (PDF) 276.3 kio
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