Introducción
América Latina se encuentra en un momento decisivo de su historia. En más de dos décadas de políticas neoliberales se desmembraron sus incipientes sistemas productivos nacionales construidos en la etapa anterior de la sustitución de importaciones, se estancaron sus economías y se extendieron la el desempleo abierto, la precariedad en el empleo, la informalidad, la migración hacia los centros capitalistas y la pobreza. Actualmente varios países de la región, sobre todo de América del Sur, con gobiernos de izquierda o de centro-izquierda, están abandonando las recetas del Consenso de Washington, y diseñan y aplican estrategias de desarrollo alternativas, que les permitan obtener un crecimiento duradero de sus economías, resolver los ingentes problemas sociales de sus pueblos y recuperar autonomía frente a los imperialismos.
No existe una vía única en la construcción de alternativas. Cada país, de acuerdo con su grado de desarrollo y sus condiciones políticas específicas, trata de encontrar su propio camino. Los proyectos van desde construir “el socialismo del Siglo XXI”, como lo plantean los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, hasta darle “un perfil humano” a la economía abierta y liberal de la Chile de Bachelet. Pero todos ellos, se identifican, en mayor o menor grado, en la necesidad de recuperar “un proyecto nacional de desarrollo” y de avanzar en la integración latinoamericana.
Uno de los objetivos principales de este capítulo es reflexionar sobre las implicaciones del proceso de declinación hegemónica del imperialismo norteamericano en el devenir latinoamericano. La tesis central es que la estrategia neoconservadora antiterrorista de “guerra preventiva” seguida durante la administración de George W. Bush, que desembocó en el empantanamiento y sobreextensión de Estados Unidos en la Guerras de Irak y Afganistán, así como la primacía de sus intereses estratégicos en el Medio Oriente, facilitaron el avance de los movimientos de izquierda en América Latina. (1) Sin embargo es dable esperar, y de hecho ya está ocurriendo, una reconcentración del interés estadounidense en el espacio latinoamericano y una rearticulación de las derechas asociadas del capital financiero globalizado, para impedir el avance de las izquierdas. El escenario de desestabilización en los países con gobiernos de izquierda se reforzaría si Estados Unidos logra encontrar una “salida” de la guerra iraquí y puede “liberar” tropas y recursos para otras acciones, incluyendo América Latina, si las opciones transformadoras amenazan los intereses de la superpotencia declinante y en descomposición.
En el texto se enfatiza la tesis de que si bien el abandono del neoliberalismo y la aplicación estrategias alternativas de desarrollo en América latina implican dificultades de orden técnico y económico no fáciles de superar, los obstáculos fundamentales a su transformación son políticos.
La “revuelta latinoamericana” contra la hegemonía estadounidense, como la califica Bellamy Foster (2007), constituye un momento histórico nuevo donde nuestros pueblos están, en las palabras de Chomsky (2007), “reafirmando su independencia”. Se trata de una revuelta en el “patio trasero” del imperialismo norteamericano, auténticamente de una “rebelión en la granja”. El análisis se centra en tres aspectos claves interrelacionados: la búsqueda de estrategias de desarrollo alternativas; las transformaciones en los “bloques de poder” y la construcción de formas de democracia avanzada; y el proceso de integración económica y política latinoamericana. En el apartado 1 se analizan los cambios en las estrategias de desarrollo en América Latina, tomando como referencia los casos de Argentina y Venezuela. En el apartado 2 se exponen los avances, así como los obstáculos en la construcción de una nueva hegemonía, de un nuevo “bloque en el poder” que asegure el fin del ciclo neoliberal y cierre el paso a los intentos de restauración olígárquica promovidos por segmentos de la derecha y auspiciados por el imperialismo estadounidense. En el epígrafe 3 se destaca la relevancia de los principales esfuerzos de integración latinoamericana emprendidos por los gobiernos de izquierda. En el apartado 4 plantean las nuevas directrices de la política estratégica de EE.UU. en la región. Por ultimo se presentan algunas conclusiones.
Arturo Guillén: Profesor - Investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Coordinador del Posgrado en Estudios Sociales, Línea Economía Social de la misma universidad. Coordinador de la Red Eurolatinoamericana de Estudios para el Desarrollo Celso Furtado www.redcelsofurtado.edu.mx e-mail: grja@xanum.uam.mx
NOTA
(1) Ello no implica desconocer que el avance de las izquierdas en América Latina es fundamentalmente una consecuencia de factores objetivos internos y de la capacidad organizativa de los movimientos sociales y de las organizaciones políticas.
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